Limp Bizkit ha logrado una victoria legal en su demanda de 200 millones de dólares contra Universal Music Group (UMG).
La demanda, presentada inicialmente en octubre pasado, alega incumplimiento de contrato, ocultación fraudulenta e infracción de derechos de autor en relación con discrepancias en el pago de regalías por millones de copias de los discos de la banda, vendidos y transmitidos en streaming a través de Flip Records e Interscope/Geffen/A&M.
El lunes 17 de marzo, un juez federal dictaminó que las demandas de Durst por infracción de derechos de autor podían proceder en un tribunal federal, lo que significa que la solicitud anterior de UMG para desestimarlas fue denegada. Si bien UMG obtuvo un fallo en enero, desestimando el intento de Durst de rescindir varios contratos discográficos, esta última medida permite que las demandas de derechos de autor lleguen a los tribunales. Sin embargo, las demás acusaciones, incluidas las prácticas comerciales fraudulentas, deben presentarse nuevamente en un tribunal estatal, una medida que el equipo legal de Durst ha confirmado que seguirá.
La disputa legal se centra en la acusación de que UMG, la compañía discográfica más grande del mundo, no pagó las regalías a Limp Bizkit por 45 millones de unidades vendidas. El líder Fred Durst afirma que UMG afirmó erróneamente que la banda aún no había recuperado el anticipo de 43 millones de dólares de su máximo rendimiento en la década de 1990 y principios de la década de 2000, lo que provocó un pago insuficiente.
La demanda alega además que UMG coludió con Flip Records para reducir las ganancias de Limp Bizkit y utilizó un software de contabilidad defectuoso para retener las regalías. El equipo de Durst supuestamente descubrió irregularidades en la contabilidad de UMG en abril de 2024, descubriendo un pago millonario que el sello no había notificado a la banda, alegando errores de software. En septiembre de 2024, Durst rescindió el contrato de Limp Bizkit y declaró que la distribución posterior de los masters de la banda por parte de UMG se consideraría una infracción de derechos de autor.
Si el contrato se rescinde con éxito, la propiedad de las grabaciones maestras de Limp Bizkit volverían efectivamente a la banda.
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